En el artículo de hoy queremos centrarnos en el impacto que tiene en nuestro entorno la comunicación positiva y cuáles son sus características. En WeMind te daremos las claves para lograr un lenguaje positivo en el trabajo.
Cuando definimos qué es la comunicación positiva nos referimos a cualquier acto de comunicación consciente que acerca a los interlocutores, que facilita que el contenido y la relación se vean reforzados, impactando en el resultado de las tareas y objetivos de profesionales, equipos y organizaciones.
Sin duda la manera de comunicarnos en entornos profesionales viene marcada de forma determinante por la propia biografía del/la profesional y por la cultura de la organización a la que formamos parte. Aprendemos a comunicarnos en nuestro entorno familiar, educativo, social, y con este aprendizaje llegamos al trabajo.
El sistema organizacional del que formamos parte tiene vida propia y un estilo de comunicación que hunde sus raíces en los valores, en sus fundadores, en las personas que formaron parte en el pasado, en los clientes (mercado) a los que se dirigen. Heredando, tanto de nuestra biografía como de la cultura de nuestras organizaciones, formas útiles y eficaces de comunicarnos y también malos hábitos comunicativos llenos de buena intención. De hecho, es importante destacar que la buena intención no garantiza la eficacia en la forma de comunicar, es más, a menudo la buena intención justifica, encubre poca atención en la forma de comunicar y tiene efectos nocivos en las relaciones y tareas en entornos profesionales.
Las características de la comunicación positiva son:
Ahora que ya hemos comprendido qué es la comunicación positiva y cuáles son sus principales características, en WeMind queremos compartir contigo las claves para lograr un lenguaje positivo en el trabajo.
“Miguel, últimamente llegas tarde a las reuniones y me siento incomodo por esto”. ¿Obvio? Pues no, tendemos a triangular, a comentar a terceros lo que en realidad tiene un destinatario específico. Ya sea para reforzar, apoyar, demandar, criticar. Acostumbramos a compartirlo con un tercero en lugar de decírselo a él/ella. “Miguel llega tarde a las reuniones y eso me molesta” Generando dinámicas tóxicas y creando malentendidos.
“Tu informe era claro y conciso pero no estaba correctamente maquetado”
A menudo para demandar algo a colegas profesionales iniciamos la conversación con algo que ponemos en valor, para a continuación situar el PERO y continuar con algo que no nos gusta.
Te recomendamos cambiar el PERO por un Y: “Tu informe era claro y conciso y además tenía errores de maquetación.”
“En los dos últimos (o a menudo) informes había errores ortográficos”.
Debemos evitar las palabras SIEMPRE, NUNCA, TODOS, NINGUNA ya que generan en el equipo de trabajo frustración, impotencia, conformismo.
“Siempre presentas los informes con errores ortográficos”
“Hay personas que llegan tarde a las reuniones”. Eso genera que haya personas que puedan sentirse aludidas y se molesten, y que las personas a las que haces referencia no se sientan responsables. “Marisa, Javier, recurrentemente llegáis tarde a las reuniones” De esta manera les trasladas directamente el mensaje y abres un espacio de comunicación donde poder tratar el tema.
Si estás de acuerdo con la importancia del lenguaje positivo y quieres profundizar sobre este concepto para aplicarlo en tu empresa, equipo u organización, no dudes en contactar con nosotros.
Acompañamos a organizaciones a conseguir equipos de trabajo más conscientes, responsables y eficientes.
C. Balmes, 39 1º 2ª
Sant Cugat del Vallès
Barcelona