El líder debe velar por que quienes forman parte de su equipo se sientan pertenecientes a él. También, poner límites a aquellos miembros que amenazan este sentido de pertenencia y los objetivos organizacionales.
En este artículo quiero compartirte, desde mi experiencia, el gran impacto de la pertenencia en las relaciones profesionales y en los objetivos de equipos y organizaciones.
En cualquier sistema organizativo, ya sea un pequeño negocio, una multinacional, una asociación o una ONG, existe el sentido de pertenecer a un equipo (un sentimiento grabado en el cerebro reptiliano).
Este sentido de formar parte de un colectivo siempre ha estado presente en el ser humano. Antiguamente, dejar de pertenecer a la tribu o al grupo, suponía dejar de tener soporte, de comer y, en definitiva, morir.
Mucho han cambiado las cosas desde entonces y ahora somos (supuestamente) autosuficientes y no dependemos (supuestamente) del soporte de los demás.
Pero en realidad, el sentido de pertenencia sigue presente en los distintos ámbitos de nuestra vida.
“Si no cumples, te vas a la calle”
En el ámbito organizacional y empresarial, ¿qué pasa cuando alguien del equipo siente que su continuidad en él se ve amenazada? ¿Qué pasa cuando recibe un mensaje como: “si no cumples, te vas a la calle”?
Que aparece la inseguridad, de forma inconsciente, con la reacción del cerebro reptiliano. Y con esta inseguridad, síntomas cómo la competencia desmesurada, la irritabilidad, el estrés, la desmotivación…
Esto va a provocar un impacto en las relaciones personales y afectará, en mayor o menor medida, a la tarea y a los objetivos empresariales.
Por lo tanto, las coacciones, las amenazas y, en definitiva, la cultura de la presión, son contraproducentes si lo que queremos es contar con equipos de trabajo motivados y eficientes.
Fomentar el derecho de pertenecer y ser capaz de poner límites
En un equipo, el derecho a pertenecer depende, básicamente, de:
- Facilitar y crear estructuras para el desarrollo del equipo.
- Aportar al objetivo, a la razón de ser del equipo.
Para cualquier líder, fomentar el sentido de pertenencia entre los miembros de sus equipos es una necesidad y responsabilidad para garantizar la continuidad y solidez de estos.
A esta responsabilidad, se añade la de ser capaz de poner límites a esos miembros que amenazan los objetivos organizacionales. En este sentido, es importante distinguir que quienes ya no tienen espacio en el equipo, es por no aportar al sistema y no por sus capacidades profesionales o personales.
Filiación y sentido de pertenencia. ¿Cuál es la diferencia?
Antes de terminar me gustaría concretar la diferencia entre estos dos conceptos. La filiación es el vínculo legal entre profesional y organización. Está sujeto al principio sistémico de equilibrio entre lo que aporta el profesional, y lo que a cambio recibe.
El sentido de pertenencia, en cambio, va más allá y vincula no solo a los que están afiliados sino también a aquellos que aportaron, de forma extraordinaria, para generar estructuras para el crecimiento y la consolidación del sistema. Esto también incluye a socios fundadores, que son quienes dieron sentido, y marcaron la misión, la visión y los valores organizacionales.
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